domingo, 15 de marzo de 2009

El Perú de yapa.

Mientras revisaba las bases del concurso para la Marca País que ha convocado PromPerú, entendí que estaban buscando una transnacional y que -a pesar de la invitación- esa pelea no era para mi. Pero el mismo día escuché por la radio el re-lanzamiento de la campaña “Cómprale al Perú” y pensé: ¿No debería dar el ejemplo el Gobierno?

Debería... pero la verdad es que no siempre se puede elegir el producto peruano. Eso de “Cómprale al Perú” es bacán... pero la verdad de la milanesa es que el consumidor -sea persona, empresa o el mismo Estado- no compra por consigna sino por conveniencia.

La peruanidad es un valor que para mi es una yapa. Si todo lo demás está OK, si la calidad es buena, si la propuesta es buena, si el precio es bueno, es decir, si todo está empatado... sólo entonces elegiré una marca porque es peruana.

Así se hicieron Inca Kola, Dento, Cielo, Cusqueña y tantas otras marcas peruanas: con propuestas diferenciadas, con calidad de primera, precio adecuado y -como yapa- peruanidad.

Pero ojo: no me parece mal la campaña. Encuentro positivo inculcar solidaridad en el consumidor, pero sin pasar al proteccionismo, porque el proteccionismo engorda.

En lo personal, me sentiría pésimo si alguien comprara mi servicio nada más porque soy peruano. Me daría vergüenza. ¡No señor! Cómpreme porque mi visión estratégica es más acertada, porque mis ideas son más frescas, porque mi servicio es diferente y mejor, porque mi precio es más conveniente... Si no es así, no me hace ningún favor eligiéndome: sólo me acostumbra a la mediocridad y a la plata fácil.

Un buen ejemplo que anda dando vueltas por ahí es el de Cementos Sol, que escucho todos los días en RPP. No conozco al equipo de la marca, pero mi deducción es la siguiente: se venía la competencia mexicana y los de Sol se pusieron a pensar en una ventaja real versus el producto importado.. y la encontraron en la frescura. Sí, frescura: el Cemento Sol se produce aquí, por lo que llega de la fábrica al consumidor mucho más rápido que un cemento que quién sabe cuándo se produjo y cuántas semanas pasó en un barco. Frescura: raro, pero válido. Creativo!

Y entonces se pusieron las pilas para comunicar la idea: imprimieron las bolsas con la fecha de envasado del cemento e invirtieron -fuerte y bien- en una buena campaña. En el comercial de radio, 2 obreros conversan y dicen algo como “...la mezcla está buena porque el cemento es fresquito” y “fíjate en la fecha en la bolsa”.

Con eso bastaría. El mensaje tiene una propuesta clara y diferenciadora, una verdadera ventaja para el consumidor. No necesitaría nada más, pero -al final- uno de los obreros remata: “... además, Sol es peruano!”.

La campaña de Cementos Sol me parece el ejemplo perfecto: soy mejor, soy más conveniente... y además... ADEMÁS... soy peruano. Así de yapita, para que te vayas contento.

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