sábado, 26 de julio de 2008

Chispa, Creatividad e Innovación.

IsotePareciera ser que el título de esta columna es no sólo redundante sino tridundante. Para mucha gente, tener chispa, ser creativo y ser innovador es lo mismo. Pero no es así.

Hay mucha gente imaginativa, con chispa, que nos sorprende con sus ocurrencias en cualquier momento, que de pronto, se inspira y sale con un invento que no saben para que sirve, pero que “sería interesante hacer, no?” Nos divierten con sus ideas locas, con sus voladuras mentales, nos hacen reír con sus chistes. Generalmente son tipos muy agradables que hacen que nuestro mundo sea menos predecible y más divertido.

Sin embargo, cuando a una de estas personas la enfrentas a un problema concreto y le pides que desarrolle una solución original, no siempre podrá hacerlo. Para eso, hay que ser creativo.

En esencia, la creatividad es la capacidad que tienen ciertas personas de combinar elementos conocidos para crear un resultado completamente nuevo. (Marcio Moreira, un brasilero genial que fue Director Creativo Mundial de McCann Erickson por muchos años, escribió una vez que todos los avisos y todos los comerciales del mundo se habían creado con las 26 letras del alfabeto, los tres colores primarios y las 7 notas musicales. Bonita idea, no? De la combinación de estos 36 elementos conocidos se origina toda la publicidad que existe y existirá en el mundo.)

La diferencia entre tener una idea suelta y ser creativo radica en la intencionalidad. A mi juicio, para que cualquier ejercicio pueda considerarse un ejercicio creativo, debe tener un propósito, una intención. Sea que queramos solucionar un problema, aprovechar una oportunidad o algo más, pero tiene que haber un objetivo concreto.

Cuando el marketero analiza la data de mercado y la destila en un brief en el que detalla lo que se debe hacer para corregir u aprovechar una coyuntura, está siendo verdaderamente creativo. Cuando el publicista lee ese brief, lo interpreta y lo convierte en una pieza de comunicación que soluciona el reto que le planteó el hombre de marketing, también.

Ambos son creativos; y bien puede ser que ninguno tenga chispa. He conocido grandes profesionales con personalidades bastante oscuras, como tiradas para adentro, que ni se ríen mucho ni son capaces de hacer reír a nadie, pero que tienen mentes muy creativas.

La chispa no es un pre-requisito del creativo, así como la creatividad tampoco lo es del innovador.

Para la innovación hay que tener otro talento: la capacidad de concretar las ideas, de hacerlas realidad, de cambiar lo que se pretendía cambiar, sea la imagen de una marca, la composición de un mercado o la realidad del planeta.

Hay personas que pueden cambiar el mundo a partir de una idea. Para mi es un verdadero placer cuando me toca darles algunas de esas ideas. Es como darle un pase perfecto al tipo que va a hacer un golazo.

Y es que no todos los que tienen chispa pueden crear, y no todos los que son creativos pueden innovar. Y viceversa. Y triseversa también.

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