viernes, 30 de junio de 2006

No tocar.

A.-
“Cuando entraron los Socialistas, encontraron que ‘El General’ había dejado la economía funcionando muy bien, pero ninguno tenía claro el porqué funcionaba. Era como si hubieran encontrado un tablero con mil botones, algunos encendidos, otros apagados. Los Socialistas hicieron lo mejor que podían hacer: no tocar nada y dejar que la cosa siguiera andando mientras ellos entendían el asunto”.

Así me explicó la economía chilena un taxista de Santiago. Completamente desmitificada.

B.-
Cuando empezó el periodo de Toledo, con esos escandalotes dignos más de Magali TV que de Cuarto Poder, todos mis clientes estuvieron muy medidos en sus inversiones. Incluso el consumidor estuvo cauto en el gasto. Pero al segundo año fue como si todos (empresariado y consumido-res) hubieran dicho: Ok señores, Toledo no va a hacer locuras… es hora de seguir chambeando. Y así lo hicieron y prácticamente todos (sino todos) tuvieron crecimiento en cada año del Gobierno que termina. Desde entonces, la política fue por su lado, y el empresariado y el consumidor fueron por el suyo.

Y todos felices.

C.-
Mi amigo Pablo Benegas, argentino él, además de ser un gran Director Creativo, es también un súper parrillero. Un día le pregunté cuál era el secreto para la carne en la parrilla.

“Primero, usa sólo sal gruesa –me dijo. Y luego, recuerda que la carne, una vez en la parrilla, no se mueve para nada! Déjala quietecita. Si quieres entretenerte: dale vuelta a los chorizos, juega con las morcillas, el pollo… pero la carne, no la toques.”

A+B+C.-
Se viene un nuevo gobierno, que –igualito que el de los socialistas chilenos- llega al poder con una experiencia previa nefasta en materia de economía. Ante este escenario es completamente previsible que empresarios y consumidores se tomen un tiempito para ver “cómo es la vaina”. (De hecho, hace ya meses que muchos están “on hold”).

Ojalá, Alan y su equipo económico sean tan sabios como mi amigo Pablo con la carne… y no toquen nada! Ojalá se entretengan peleando en el congreso, destapando escándalos, extraditando a Fujimori y esas cosas que dan mucha noticia pero que –felizmente- no asustan ya al empresariado ni al mercado, que ya aprendieron que en el Perú una cosa es lo que se dice y otra la que se hace. No vengan ahora a querer cambiar las reglas y hacer lo que prometieron en campaña… ¡Por favor! ¡Sean consecuentes!

Aprendan del taxista: no hagan nada, no toquen nada, mientras aprenden dejen todo tal cual lo encontraron. Dedíquense sólo a hacer política y dejen que el empresariado y el consumidor hagan lo suyo. Y todos felices.

Lo que el chino ha unido -y el cholo ha mantenido- que no lo deshaga el Apra. Por favor Diosito. Amén.

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